LAS FAMILIAS EN BENDICIÓN: PROMESA DE DIOS.
- Por: Yury Marín.
- 1 oct 2018
- 4 Min. de lectura

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y DIOS la cabeza de Cristo. (1 Co 11:3).
La familia comenzó como bendición De Dios en génesis: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sometanla ... “Y el señor le dijo a Abram: “Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la Tierra.
“El pacto matrimonial en Génesis dice: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”
La familia que Dios diseñó:
Tiene la aprobación espiritual como pareja unidos en matrimonio.
Tiene la autoridad espiritual De Dios para multiplicarse y gobernar.
Tiene la provisión material para el sustento.
Deben tener sumisión y obediencia a los mandamientos del creador para mantener el orden y la bendición en la convivencia familiar. Donde no hay ley, hay desorden. Donde hay desorden no está Dios, pues DIOS es un DIOS de orden ( 1 Cor 14:33, 40 ).
Debe tener entrega y dedicación responsable a la pareja hasta que la muerte los separe. El matrimonio fue establecido por DIOS como una unión indisoluble (Mateo 19: 6 ).
El matrimonio es una unión de Pacto Diseñada para fortalecer la Capacidad que tiene cada Cónyuge para cumplir el plan De Dios en su vida.
La mujer fue creada porque no era bueno que el hombre estuviera solo, así que Dios proveyó una compañera idónea para compartir su vida; siendo ella tu compañera y la mujer de tu pacto. La mujer complementa al hombre en todo los sentidos: espiritual, social, emocional y físico. El matrimonio es la santa realidad a través de la cual dos se convierten en uno.
Una relación sana entre marido y mujer es fundamental para el bienestar emocional de los hijos. La necesidad emocional más básica de nuestros hijos es la de saber que su mundo es seguro; los matrimonios con base morales sólidas fortalecen esa seguridad.
Efesios 2:10 dice: Somos hechura suya creados en Cristo JESÚS para buenas obras las cuales DIOS preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Dios; que creó la familia, puede reorganizar nuestros hogares, pero debemos concederle a Dios el primer lugar; sólo Dios nos Guía y orienta en el proceso de formar a los hijos. Sólo Dios nos ayuda a valorar al cónyuge a nuestros hijos como una bendición y no como una carga.
Toda familia necesita la mano del maestro; sólo Él puede ordenar nuestras vidas y familiar, y hacer que seamos familias en bendición.
Para que el amor romántico mantenga su pureza. Pase la prueba del tiempo debe apoyarse sobre una base más perdurable que la sola atracción física.
Debe haber un deseo. Espontáneo y generoso de protege, ayudar, respetar y hacer feliz al cónyuge. Debe existir admiración por sus cualidades más destacadas. El hombre o la mujer deben estar enamorados de las ideas de su pareja, de su espíritu, sus sentimientos o su forma de conducirse todo lo cual tiene poco o nada con la belleza física.
El amor verdadero es espiritual, no exclusivamente físico. Se manifiesta más que nada en la camaradería espiritual y mental, en la compatibilidad de gustos y en la hábitos que se tienen en común.
Los esposos deben fijarse en la vivacidad del espíritu en la fascinación del intelecto, del irresistible atractivo del corazón, en la nobleza de su alma. Las cosas de este mundo pueden dar satisfacción al cuerpo, pero Dios nos ha hecho de tal modo que nuestro espíritu sólo se contenta con lo que pertenece a la esfera espiritual.
Cuando damos preeminencia a los deseos naturales descubrimos que nada logra saciarnos, ni siquiera la más total entrega a los placeres. EL HOMBRE O LA MUJER que solo procuran complacerse físicamente, nunca halla satisfacción y felicidad total; únicamente Dios y su amor verdadero pueden llenar nuestros vacíos.
PADRE CELESTIAL, te entregamos nuestros hogares, guarda nuestros corazones, que siempre estemos en tus manos, por que sin ti nada somos, que cada hogar tenga la armonía y paz que solo proviene de ti. Que cada día tengamos una palabra de amor, respeto, tolerancia, que hablemos con verdadera integridad hacia nuestro cónyuge, que en los momentos de dificultad tengamos tu fortaleza y sabiduría para salir adelante. Te pedimos en el nombre de JESÚS que en nuestros hogares reine la FE, la ESPERANZA, la Paz que no da el mundo sino no viene de ti y EL AMOR (1 Cor 13:13) y que seamos hopes de BENDICIÓN.
Te entregamos nuestros hijos para que tu Espíritu Santo los ilumines por el sendero del bien. Que el propósito que Tu tienes en la vida de ellos se cumpla, que guardes sus corazones, que sus palabras sean de Bendición y que su actuar sea de gran testimonio para que otros jóvenes se acerquen a TI. Bendícelos grande, rica y abundantemente en El nombre del PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
AMEN .
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!Esperamos ser de gran bendición para tu vida!







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