La Alegría de la Navidad: Dios Con Nosotros
- websiteliderescris
- 23 nov 2024
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En la época navideña, somos invitados a redescubrir la alegría que trasciende los adornos, las luces y los regalos. Esa alegría se encuentra en una verdad gloriosa: Dios vino al mundo en forma de un niño, Jesús, para salvarnos y darnos vida eterna. Este mensaje, aunque antiguo, es tan poderoso y actual como siempre.
El Gozo del Cumplimiento de una Promesa
Hace más de 2.000 años, la humanidad esperaba ansiosamente un Salvador. Cuando el ángel anunció a los pastores en Lucas 2:10:"Os traigo buenas nuevas de gran gozo, que serán para todo el pueblo,"se cumplió la promesa de un Dios fiel. Este gozo no era efímero, sino eterno, porque traía reconciliación entre Dios y el hombre.
La Navidad nos recuerda que, aunque enfrentemos incertidumbres o dificultades, Dios es fiel a sus promesas. Así como cumplió su plan de redención enviando a su Hijo, cumplirá su propósito en nuestras vidas.
Jesús, Fuente de Alegría Duradera
El nacimiento de Jesús no solo trajo paz, sino también una alegría inquebrantable. Él mismo declaró:"Os he dicho estas cosas para que tengáis mi gozo y vuestro gozo sea completo" (Juan 15:11).
El gozo de Jesús no depende de las circunstancias. Es un gozo profundo, que habita en nuestro corazón porque sabemos que somos amados, perdonados y restaurados por Él. Esta Navidad, podemos elegir enfocarnos en esta verdad y permitir que la alegría del Señor sea nuestra fuerza (Nehemías 8:10).
Compartir la Alegría de Cristo
El mensaje de Navidad no es solo para nosotros; es un llamado a compartir. Así como los pastores fueron a contar las maravillas que habían visto, nosotros también podemos ser portadores de alegría. Pequeños gestos de amor y bondad reflejan la luz de Jesús en un mundo que a menudo vive en tinieblas.
Esta alegría no depende de grandes recursos; un abrazo, una oración o un momento de escucha pueden llevar el gozo de Cristo a quienes lo necesitan.
En esta Navidad, recordemos que la verdadera alegría no se encuentra en lo que poseemos, sino en a quién tenemos: Jesús, nuestro Salvador y Rey. Cuando le permitimos reinar en nuestros corazones, Él llena nuestras vidas de esperanza y gozo.
Celebremos esta verdad con el salmista:"Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo." (Salmo 100:1-2).
¡Que la alegría de la Navidad llene vuestros hogares y corazones con la paz y el amor de Cristo!
Saludos, equipo Líderes para Cristo
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